ONBOARDING: EL PROCESO QUE MARCA LA DIFERENCIA
- Alfonsina Girolami
- 16 abr
- 3 Min. de lectura
La incorporación de un nuevo empleado es un momento clave para cualquier organización. Sin embargo, si este proceso no se gestiona correctamente, puede convertirse en un factor de riesgo para la rotación temprana.
Según la consultora Deloitte (2020), el 20% de la rotación ocurre en los primeros 45 días de trabajo del nuevo empleado. |
Según datos recopilados por BambooHR (2018), el 30% de los trabajadores dejan su trabajo durante los seis primeros meses. |
¿Por qué sucede esto? Un mal inicio puede generar desmotivación, incertidumbre y falta de compromiso, mientras que una experiencia de integración positiva fomenta el sentido de pertenencia y la permanencia a largo plazo. Aquí es donde entra en juego el proceso de onboarding: una estrategia diseñada para acompañar a los nuevos talentos desde su primer día, facilitando su adaptación y asegurando que se sientan parte de la organización desde el comienzo.
¿Qué es el onboarding?
El onboarding es un proceso diseñado para que el nuevo talento se familiarice con la empresa más allá de sus tareas específicas. Su propósito es ayudar a la integración del empleado dentro de la cultura organizacional, asegurando que se sienta bienvenido y preparado para su nuevo rol. Un proceso de onboarding bien estructurado no solo facilita la adaptación del trabajador, sino que también impacta en su compromiso y permanencia en la empresa.
¿Onboarding = Inducción?
Puede suceder que confundas onboarding con inducción, pero debés tener en cuenta que la diferencia es clave.
La inducción se enfoca en proporcionar información sobre las responsabilidades y actividades del puesto, así como brindar las herramientas para llevarlas a cabo (ya sea capacitaciones técnicas, recursos, etc.). Por otro lado, el onboarding es un proceso mucho más amplio que abarca la integración del nuevo empleado con la cultura organizacional, la socialización con el equipo y el acompañamiento en el proceso de adaptación. El onboarding incluye a la inducción.
La importancia de una buena primera impresión
El primer día en una empresa puede marcar la diferencia entre un empleado motivado y uno que considera renunciar en poco tiempo. Un ambiente acogedor, una planificación clara y el acompañamiento adecuado son fundamentales para generar una experiencia positiva y evitar frustraciones tempranas.
Puntos clave para un onboarding efectivo
Para lograr una integración exitosa, es esencial planificar el onboarding de manera estratégica. Algunos aspectos fundamentales a considerar:
Personalización del proceso:
Cada empleado es diferente, por lo que es importante adaptar el onboarding según su rol, experiencia y necesidades específicas. Un plan genérico puede no ser suficiente para garantizar una integración efectiva.
Presentación clara de expectativas:
Desde el primer día, el nuevo colaborador debe entender qué se espera de él, cuáles son sus responsabilidades y cómo su trabajo impacta en la organización. Establecer metas a corto y mediano plazo ayuda a reducir la incertidumbre y mejorar el rendimiento.
Inmersión en la cultura organizacional:
No se trata solo de conocer las normas de la empresa, sino de comprender sus valores, visión y estilo de trabajo. La conexión con la cultura es clave para la identificación y el sentido de pertenencia del empleado.
Creación de conexiones interpersonales:
Fomentar el contacto con compañeros, líderes y otros equipos fortalece el compromiso y facilita la adaptación. Asignar un mentor o compañero de referencia puede ayudar a reducir la ansiedad inicial y proporcionar un apoyo más cercano.
Provisión de recursos y herramientas necesarias:
El acceso inmediato a la información, sistemas y materiales de trabajo evita frustraciones y permite que el empleado pueda desempeñarse de manera eficiente desde el principio.
Seguimiento continuo y retroalimentación:
Un onboarding no finaliza en la primera semana. Es necesario realizar seguimientos periódicos para evaluar la experiencia del empleado, resolver inquietudes y ajustar el proceso según sea necesario.
El onboarding es mucho más que una simple bienvenida; es una estrategia clave para fortalecer la retención, el compromiso y la productividad de los empleados. Afortunadamente, lograrlo no requiere una gran inversión ni debe representar una carga excesiva de tiempo. Con acciones bien planificadas y simples de implementar, es posible acompañar al nuevo talento de manera efectiva sin descuidar las operaciones diarias. Un trabajador que se siente valorado y apoyado desde el primer día tiene más probabilidades de integrarse con éxito y aportar valor a la organización a largo plazo.
En MCCE, acompañamos a las empresas en sus procesos de onboarding. Desde la planificación hasta el seguimiento, brindamos herramientas y estrategias que garantizan una experiencia de incorporación estructurada y enriquecedora. Nuestro objetivo es ayudar a las organizaciones a potenciar su capital humano, mejorando la integración, el desempeño y la satisfacción de sus equipos.
-Alfonsina Girolami
MC CONSULTORA EMPRESARIAL
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